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07-11-2024 07:00

Los habitantes del sudeste asiático son cada vez más ricos, y cada vez más padres eligen alimentos precocinados para sus bebés. Estos alimentos se anuncian como sanos, pero a menudo contienen azúcares añadidos, mientras que los productos similares de los países occidentales no los contienen.

Un estudio de UNICEF sobre 1.600 alimentos infantiles en el Sudeste Asiático descubrió que casi la mitad contenían azúcares añadidos. En Filipinas, donde están aumentando las tasas de obesidad y diabetes, esto es especialmente preocupante. A los nutricionistas les preocupa que iniciar a los bebés en los alimentos dulces pueda hacerles preferir los sabores azucarados cuando crezcan. Por ejemplo, el popular alimento infantil Cerelac contiene unos 17,5 gramos de azúcar por ración; sin embargo, las etiquetas no distinguen entre azúcares naturales y añadidos, por lo que a los padres les resulta difícil saber cuánto azúcar se añade. Nestlé fabrica Cerelac y dice que añade azúcar para enmascarar el sabor de nutrientes como el hierro y el DHA, que los bebés necesitan para crecer sanos.

Aunque Nestlé tiene previsto eliminar el azúcar añadido de sus productos en los próximos años, los nutricionistas y la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan reducir ya los azúcares añadidos en los alimentos infantiles, sobre todo para los niños menores de tres años. Los padres quieren dar lo mejor a sus hijos, pero es difícil cuando los alimentos precocinados suelen contener altos niveles de azúcar.

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