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29-05-2023 15:00

Sancionar a Rusia se ha convertido en una inversión de alto rendimiento.

El G7 acaba de decidir endurecer las sanciones a Moscú para dificultar al presidente Vladimir Putin la financiación de su guerra contra Ucrania. A medida que pasan los meses, apretar las tuercas a Rusia es cada vez más fácil, las sanciones siguen perjudicando a la economía rusa, mientras que su impacto en Europa se ha vuelto marginal. En otras palabras, merece la pena.

Sin duda, las sanciones decididas desde febrero de 2022 han golpeado duramente a Rusia. Las exportaciones de bienes del país cayeron un 28% en el primer trimestre del año, ya que Europa ha dejado de comprar petróleo y gas rusos. Sin embargo, las sanciones deben endurecerse periódicamente, porque los países a los que van dirigidas pueden adaptarse con el tiempo. Cada vez es más fácil para Europa porque Rusia ya no importa económicamente y Europa ya no depende de su energía. La propia Rusia sólo representa el 2% de las exportaciones de la UE, la mitad menos que en 2021.

Ahora, sancionar a Rusia se basa en un sólido análisis de costes y beneficios.

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