World News for Students of Spanish

01-10-2025 07:00

En los últimos años, Asia ha sido testigo de una escalada de protestas, desde la crisis económica de Sri Lanka hasta el colapso político de Bangladesh, pasando por violentos levantamientos en Nepal e Indonesia.

Los medios sociales han desempeñado un papel central en estos acontecimientos, ayudando a los jóvenes activistas a movilizarse y exigir cambios. Plataformas como TikTok, Instagram y Discord permitieron una comunicación y coordinación rápidas, pero también se convirtieron en caldo de cultivo para la desinformación. En Nepal, las publicaciones engañosas, como los rumores de un golpe militar o de ataques a templos, alimentaron la violencia. Contenidos virales como los vídeos ‘NepoBabies‘, que mostraban a los hijos de políticos viviendo en el lujo, aumentaron la ira pública contra la corrupción. En algunos casos, la desinformación incitó directamente a cometer atentados, como cuando un mapa de las casas de los políticos, ampliamente difundido, provocó un incendio provocado, en el que incluso resultaron heridos familiares.

Los analistas advierten de que, aunque las redes sociales dan poder a los ciudadanos, también pueden desestabilizar los movimientos. Ante la proximidad de las elecciones, algunos temen que los grupos organizados puedan utilizar la desinformación como arma de forma más deliberada en el futuro.

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